Rodada por Alfonso Balcázar a mayor gloria de los efectos tridimensionales, al parecer sólo en algunos cines de Alemania e Italia pudo verse esta versión en todo su esplendor.
La publicidad en cada unos de los países coproductores resalta una característica diferente de este procedimiento multifuncional. El cartel de Typhon sur Hambourg no lo menciona en ninguna parte a pesar de que su diseño resalta como ningún otro esta característica, lo que nos lleva a concluir que la película se presentó con copias anamórficas en 35mm al otro lado de los Pirineos. Al sur de la cordillera, en cambio, se anuncia como una película en 70mm, lo que resulta cierto aunque no del todo, como veremos inmediatamente. Por último, el póster de Con la morte alle spalle sí que menciona un procedimiento tridimensional pero altera el nombre del sistema alemán y lo sustituye por el de Stereovision 70, un procedimiento análogo estadounidense desarrollado a partir de la modificación de las cámaras Todd-AO. [véase American Cinematographer, núm. 55, aberil de 1974.] No será la única adulteración creativa, como veremos más adelante.
El Hi-Fi Stereo 70 permitía esta variedad. ¿En qué consistía? Pues en un negativo de 65mm como el que se utilizaba habitualemente para rodar películas en gran formato, pero en lugar de utilizar cinco perforaciones por fotograma, rodaba dos comprimidos anamórficamente por cada tres perforaciones...
La modificación de una cámara creada por el noruego Jan Jacobsen a partir de la MCS70 -con la que se rodó la primera película germana en 70mm, Traumreise unter weissen Segeln (Ese mundo maravilloso, Hermann Leitner y Rudolf Nussgruber, 1962)- permitía este desdoblamiento de la imagen mediante un prisma que, en proyectores de 70mm con una lente especial diseñada tambien por Jacobsen, ofrecía una imagen en relieve sin los problemas de sincronización que podían producirse en los sistemas que utilizaban dos cámaras. Además el ahorro era considerable al utilizar un 25% menos de la superficie del fotograma. El espectador veía la película con gafas polarizadas. Si no se optaba por el relieve, las copias de distribución podían procesarse a partir de una de las dos bandas de imagen mediante un procedimiento anamórfico estándar y sonido estereofónico o bien en 70mm con sonido estereofónico en cuatro pistas, como se hacía con otras películas rodadas en 35mm e hinchadas a 70mm.
Sobre el peregrino lanzamiento de la película en Estados Unidos a partir de materiales de segunda mano procedentes de Alemania que sirvieron para presentar la película convenientemente remontada como parte del ciclo frankesteiniano y en escalofriante Chill-o-Rama, aquí se documenta el disparate: http://www.depthsploitation.com/2010/04/frankensteins-bloody-terror.html.
De todos modos, el mayor éxito comercial del procedimiento sería Liebe in drei Dimensionen (Amor en 3-Dimensiones, Walter Boos, 1973) sin participación hispana y no distribuida en España hasta 1981.
adenda del 22 de enero de 2021:
Buceando en la oceánica producción de Iquino me topo con este cliché de prensa en el que se anuncia Chico, chica, ¡boom! (Juan Bosch, 1968) en "70mm Stereo", lo que ha hecho que la película se mencione, no sin reservas, en algunas enciclopedias del cine tridimensional como parte de la producción en Hi-Fi Stereo 70. [Eddie Sammons: The World of 3-D Movies. Delphi, 1992, pág. 110.] La realidad es que la cinta protagonizada por Bruno Lomas se rodó en 35mm y que Iquino se empeñó en tirar un internegativo y copias en 70mm con sonido estereofónico. [Àngel Comas: Joan Bosch, el cine i la vida. Valls, Cossetània Edicions, 2006, pág. 93.] O sea, nada que ver con el cine en relieve.