domingo, 16 de febrero de 2020

Desventura del Cinépanoramic en España


Las lentes francesas Cinépanoramic fueron creadas por la casa parisina Distribution Internationale Cinématographique, dirigida por el magnate de la prensa Jean-Paul Mauclaire. Con ellas se ruedan en Francia ciento veinte largometrajes y en España La residencia (Narciso Ibáñez Serrador, 1969) y un buen número de coproducciones a lo largo de la década de los sesenta, ya con la nueva denominación de Franscope toda vez que el formato de proyección denominado "panorámico" en Europa corresponde a un ratio de 1,66:1 y no el 2,34:1 de la pantalla ancha.

En verano de 1954 se realizan las primeras demostraciones del Cinépanoramic para profesionales belgas y españoles. Las proyecciones de prueba en Madrid tienen lugar en el cine Carlos III el 9 de julio. Un año después, la marca de relojes Omega patrocina el estreno en veinticinco ciudades de toda España en las que ya se han implantado sistemas anamórficos de proyección de un documental en color sobre los Juegos del Mediterráneo celebrados en Barcelona en el mes de julio: II Juegos Mediterráneos (1955). Sin embargo, Mademoiselle de Paris (Mademoiselle de París, Walter Kapss, 1955), segunda cinta con este sello en presentarse al público español, no cuenta con el beneplácito de los recensionistas:
Mademoiselle de París no ha tenido suerte en el guión, ni en la dirección, ni, para decirlo todo, en el color y el cinepanoramic, algunos de cuyos temas son francamente deficientes, incluso con distorsión de la imagen, por no hablar del doblaje, cuyos pecados no deben atribuirse al original. [Horacio Sáenz Guerrero: “Fantasio: Mademoiselle de París”, en La Vanguardia Española, 3 de febrero de 1956. pág. 17.]
El productor Benito Perojo se hace cargo entonces de la representación para España de estos objetivos. Entre sus planes de producción en Cinépanoramic figuran La fierecilla domada / La mégère apprivoisée (Antonio Román, 1955), Una aventura de Gil Blas / Les aventures de Gil Blas de Santillane (René Jolivet, 1956) y un proyecto que no llega a puerto titulado Les amours de Goya. Las dos primeras terminarán rodándose y proyectándose con objetivos esféricos. La última película del lote, El cantor de México / Le chanteur de Mexico (Richard Pottier, 1957) se rueda en CinemaScope, así que habrá que esperar a 1963 para ver el logotipo de Franscope —el Cinépanoramic ha cambiado de denominación a partir de marzo de 1956 en una estrategia de la que no están ausentes buenas dosis de chovinismo— en algunas coproducciones paneuropeas con participación española. Perojo figura en dos de ellas: A escape libre / Echappement libre / Scappamento aperto / Der Boss hat sich was ausgedacht (Jean Becker, 1964) y Secuestro bajo el sol / Par un beau matin d'été / Rapina al sole (Jacques Deray, 1965).

Pero será en Italia donde conocerán mayor difusión . Prueba de ello es la infinidad de nombres con que se comercializan: Italcinescope, CineScope, Cinepanscope, PanoramaScope, FilmScope, Supercinescope... Con esta última marca se presenta en Italia Un hombre en la red / Agguato a Tangeri (Riccardo Freda, 1956), que, en cambio, lo hace en España como Cinepanoramic, conforme a las lentes utilizadas. La otra cinta que terminará luciendo el logotipo original en los títulos de cabecera es Toro bravo (Vittorio Cottafavi y Domingo Viladomat, 1956-1959).