A lo largo de 1955 y 1956 Ángel Pérez Palacios y Aurelio Lerroux registran una serie de patentes relacionadas con lo que finalmente se comercializará con el nombre de Hispanoscope.
Al tiempo, para probar su invención en el campo empírico, se ponen de acuerdo con No-Do para realizar dos cortometrajes de unos doce minutos:
Reales sitios (Francisco Centol, 1956) e
Historia y cultura (Francisco Centol, 1956). Ambos se realizan en AnscoColor, la derivación estadounidense del Agfacolor alemán, y asumen su condición de postales turísticas.
El primero está rodado en el Palacio Real y en La Granja, en tanto que el segundo muestra castillos y palacios de Valladolid y Segovia para cerrar con unas imágenes de la Ciudad Universitaria de Madrid. Fernando Rey pone voz en primera persona a los reales sitios. El rasgo principal de estilo es la panorámica vertical, que delata cierta incomodidad para el encuadre propenso a la simetría en los interiores del Palacio Real, pero la cosa se relaja en los jardines de La Granja, donde los juegos del agua proporcion un movimiento interior y una menor rigidez al plano.
En
Historia y cultura comparecen caballeros medievales y jóvenes estudiantes, suponemos que filiados al SEU. El castillo de la Mota y el alcázar de Segovia dan paso a los diseños de Modesto López Otero para la Ciudad Universitaria de Madrid. Tradición y modernidad, respeto al pasado y vocación de futuro, se concilian de este modo en un recorrido que tiene su correlato en el color y el procedimiento anamórfico español. En tanto que éste no es objeto de comentario por ninguno de los participantes en la comisión de censura, uno de los vocales afirma que "cabe exigir más al color".